Escribí Las venas para difundir ideas ajenas y experiencias propias que quizás ayuden un poquito, en su realista medida, a despejar los interrogantes que nos persiguen desde siempre: ¿es América Latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza? ¿Condenada por quién? ¿Culpa de Dios, culpa de la naturaleza? ¿No será la desgracia un producto de la historia, hecha por los hombres y que por los hombres puede, por lo tanto, ser deshecha?
Este libro fue escrito con la intención de divulgar ciertos hechos que la historia oficial, historia contada por los vencedores, esconde o miente. Sé que pudo resultar sacrílego que este manual de divulgación hable de economía política en el estilo de una novela de amor o de piratas.
Creo que no hay vanidad en la alegría de comprobar, al cabo del tiempo, que Las venas no ha sido un libro mudo.
"Una bomba literaria que muy probablemente Obama no ha leído, pero que -seamos justos- en efecto tendría que leer...Imaginemos la escena: acomodado en su asiento del Air Force One rumbo a Washington, Obama toma el libro que le obsequió Chávez y, más por aburrimiento que por curiosidad, lo hojea al desgaire, lee un par de párrafos y, como le ha ocurrido a miles, queda atrapado por la un tanto engañosa pero siempre inquietante narración de Galeano. Alguien tan sensible a las humillaciones sufridas por los afroamericanos podría descubrir en sus páginas más de una coincidencia con su educación radical, y sin duda le ayudaría a comprender mejor a quienes desconfían de Estados Unidos, incluso de esa parte de Estados Unidos que, escapando a los prejuicios, le permitió convertirse en presidente."
- Jorge Volpi, "El País", Spain
"Este libro supera todo lo que yo jamás he leído sobre el tema, y permanecerá a lo largo de los años venideros. Una obra maestra. "
- Carleton Beals, "Monthly Review", USA.
"Este reportaje-ensayo-mural-obra de artesanía admirable ensambla géneros que andaban dispersos: la historia económica, el relato vital.. "
- Hugo Neira, "Expreso", Perú.
"El mejor libro sobre nuestro maltratado continente."
- Hernán Invernizzi, "El Cronista Comercial",Argentina.
"Bienvenida sea esta historia de América Latina que recoge los hechos, tiene profundidad teórica y es sumamente legible. Un excelente trabajo. "
- Peter Roman, "Science and Society", USA.
"Este libro de Galeano es absolutamente imprescindible para todos los interesados en América Latina.
- "Deutsche Volkszeitung", Alemania Federal.
"Una contribución muy importante a la comprensión del pasado que alimenta un presente ambiguo e incierto. "
- Marcel Niedergang, "Le Monde", Francia.
"Un gran escritor y una gran obra, que hoy me parece más actual y necesaria que cuando apareció. "
O filme El Secreto de sus ojos, ganhador do Oscar como melhor filme estrangeiro no ano de 2010, é baseado no livro quase homônimo do argentino Eduardo Sacheri La Pregunta de sus ojos. Lançado no ano de 2005, o livro teve boa receptividade junto aos leitores.
Abaixo uma entrevista de Sacheri ao periódico argentino La Nación sobre a adaptação de seu livro para o cinema.
Daniel Amiano
LA NACION
Pocas veces, muy pocas veces, los novelistas se muestran conformes con las versiones que los directores de cine hacen de sus obras. Es comprensible: el salto del lenguaje escrito al visual es una traducción, y la traducción implica, en cierto modo, una traición a las situaciones que plantea la literatura cuando pasa al lenguaje visual.
No es el caso de La pregunta de sus ojos (2005, reeditada por Alfaguara), la novela original de Eduardo Sacheri que Juan José Campanella estrenó hace unas semanas como El secreto de sus ojos . La razón es simple: novelista y director trabajaron juntos.
"El guión lo escribimos los dos -cuenta Sacheri, en diálogo con LA NACION-. Había cosas que le cerraban desde lo literario pero no desde lo cinematográfico, sobre todo por cómo resolver algunas situaciones. A Juan le interesó que el autor hiciera su aporte y a mí me interesaba sostener las riendas básicas del relato. Fueron dos años de trabajo. Los dos somos muy meticulosos para trabajar. Charlamos mucho, discutimos, descansamos, volvimos a discutir, a reescribir, a retocar hasta que se empezó a filmar."
-¿Quedaste conforme con el resultado?
-Quedé conforme a sabiendas de que no iba a ser lo mismo. Inevitablemente, el libro se había modificado, aunque el espíritu de la historia y de los personajes quedó salvaguardado, que es algo que me interesaba mucho. Hay sucesos distintos, pero son esperables de esos personajes. Campanella tiene una capacidad notable para contar historias en el cine. Esta es más oscura que las que hizo anteriormente, y la película es más policial que el libro.
-¿Cuándo nació la novela?
-La idea es muy antigua. Se me ocurrió, en sus lineamientos básicos, veinte años atrás, cuando trabajaba en un juzgado criminal en Capital, en un momento en el que no tenía la menor intención de ser escritor. Yo estudiaba mi licenciatura en historia y mi objetivo profesional era convertirme en un académico. Diez o quince años después, cuando esto de escribir ficción ya era mi oficio, esta historia fue la que más me gustó, la que me pareció más prometedora.
-¿Cuándo y cómo empezaste a escribir?
-Empecé a los 25, 26 años, cuando estaba terminando mi licenciatura en historia. Me imaginaba un tipo de archivo, tal vez becario de alguna universidad, pero un día sentí la necesidad de contar historias. Es muy llano del modo en que lo digo, pero lo viví con esa simpleza. Supongo que tuvo que ver que llegaba mi primer hijo.
-Hace tiempo tu nombre resuena como cuentista, sobre todo por aquellos relatos dedicados al fútbol que aparecen en tu primer libro, Esperándolo a Tito.
-Empecé a escribir para un público reducido, para mi mujer y mis amigos. Como algunos de mis cuentos tenían que ver con el fútbol, le envié algunos a Alejandro Apo, que tenía el programaTodo con afecto , en Continental. Lo leía y empezó a explotar una cosa de buen recibimiento, un aplauso radial con el que yo ni contaba. Esa difusión permitió que apareciera mi primer libro. A partir del éxito de ese libro, pude publicar otros. En 2001 apareció Te conozco Mendizábal . Pero los cuentos me abrieron las puertas para publicar otras cosas. De hecho, el primer contacto con Juan José Campanella llegó a partir de mis cuentos. Descubrió en la librería Te conozco Mendizábal , el menos futbolero de mis libros, y compró los derechos para hacer una película juntando tres cuentos después de El hijo de la novia , pero apareció Luna de Avellaneda .
-¿Tenés modelos literarios?
-Hay tantos buenos autores que la respuesta siempre resulta pobrísima. Hay muchos escritores que te marcan. Soy un lector voraz desde chiquito. Me apasiona leer. Ahora, en la mochila, traigo un libro de Vicente Battista y otro de Marco Denevi, pero es lo que tengo hoy; la semana que viene tendré otra cosa. A lo largo de mi vida he tenido diferentes autores. A los 8 me rompían la cabeza Verne y Salgari. En la adolescencia Cortázar, que me hizo recibir de lector adulto a los 16. Tuve mi época de García Márquez. Hace no mucho tuve un berretín con Vargas Llosa. Graham Green es un tipo que me apasiona. Me gusta leer así, no por capillas. Es un caso raro, pero no me gusta mucho leer cuentos de fútbol.
-Pero es evidente que el fútbol te gusta.
-Me gusta jugarlo y verlo... pongo puntos suspensivos porque soy hincha de Independiente, que en los últimos años es una carga. Me gusta ver gente jugando al fútbol.
-¿En qué estás ahora que pasó el aluvión del éxito en el cine?
-Estoy con una nueva novela. Cuando terminó el rodaje de la película, en diciembre, me aboqué a escribir una novela nueva casi como un mandato. Hacía dos años que estaba metido a full con el guión y temía haber perdido la mano.
Treinta años atrás, cuando Benjamín Chaparro era prosecretario en un juzgado de instrucción, llegó a su oficina la causa de un homicidio que no pudo olvidar. Ahora, ya jubilado, repasa buena parte de su vida, las instancias de ese caso y sus insospechadas derivaciones, y la historia de un amor secreto que lo mantiene acorralado entre la pasión y el silencio. El autor de “Esperándolo a Tito” propone en esta, su primera novela, una trama policial ambientada en los años sesenta y setenta, en una Argentina que paulatinamente se sumerge en la violencia política y cuyos personajes luchan contra la impunidad, la burocracia del sistema judicial y las miserias propias y ajenas. Una historia protagonizada por hombres que hicieron de la búsqueda de la verdad un destino; de la memoria, un camino imprescindible, y de la lealtad, un culto que trasciende el tiempo, las distancias y la muerte.
Ernesto Che Guevara llega en mulo al bohío donde les espera Fidel Castro, Celia Sánchez, Raúl Castro y Enrique Meneses para celebrar el almuerzo de Navidad, 25 Diciembre de 1957.- ENRIQUE MENESES
El Centro de Estudios Che Guevara, que desde su fundación dirige la viuda del guerrillero cubano-argentino, Aleida March, ha decidido finalmente publicar los diarios originales que escribió Ernesto Guevara en pequeñas libretas de notas durante la lucha de la Sierra Maestra. Dichas libretas fueron la materia prima que utilizó para elaborar su mundialmente famoso Pasajes de la guerra revolucionaria, su gran testimonio, mezcla de memoria y ensayo, de aquellos episodios que empezaron en la playa de Las Coloradas con el desembarcó del yate Granma, el 2 de diciembre de 1956, y terminaron el 1 de enero de 1959 con la huida del dictador Fulgencio Batista.
El libro, que será presentado este martes en La Habana, coincidiendo con la fecha en que el Che cumpliría 83 años, es publicado por la editorial australiana Ocean Press/Ocean Sur y lleva el título de Diario de un combatiente. Ha sido preparado por el Centro de Estudios Che Guevara, encargado de salvaguardar la obra y legado del legendario guerrillero bajo la supervisión de Aleida March, pero no deben esperarse de él grandes sorpresas ni revelaciones extraordinarias
Según admite en una nota introductoria de la editorial, buena parte de los textos ya han visto la luz, aunque fragmentariamente, y además falta un grupo importante de libretas de notas (que abarcan varios meses de la lucha) que nunca han estado en manos de los archivos del Centro de Estudios Che Guevara, y cuyo paradero se desconoce.
La mayor parte de las anotaciones de Guevara en estas libretas son observaciones y comentarios breves sobre sucesos, combates, escaramuzas y hechos que sirvieron ya de materia prima aPasajes de la guerra revolucionaria. Sin embargo, aun así tienen el interés de que ponen de manifiesto cuáles fueron las primeras vivencias del Che al entrar en contacto con la realidad cubana -hasta ese momento solo conocía la isla y su situación a través de los ojos de Fidel Castro, su hermano Raúl y el resto de los revolucionarios cubanos en México-, y cómo su pensamiento y sus percepciones se fueron transformando.
La propia editorial advierte de que se trata de "notas muy escuetas", elaboradas "para su uso personal al no tener tiempo en aquellos momentos para desarrollarlas", e incluso admite que se puede "estar o no de acuerdo con algunas observaciones o afirmaciones" del Che.
También señalan los editores que en las libretas del Che hay errores ortográficos e imprecisiones, debido a su inicial desconocimiento de la geografía cubana y de las "zonas en que se desenvolvieron los acontecimientos que se narran", al igual que también "existen fallas" en los "nombres de combatientes y fechas"; ahora, después de una "revisión exhaustiva", muchas de ellas han sido rectificadas.
Todo ello, unido a la falta de páginas importantes de los diarios, había determinado hasta ahora que los manuscritos del Che no hubieran visto la luz como "una totalidad". La decisión de publicarlas en estos momentos, acompañadas de "notas y documentos históricos" explicativos, se justifica, según el Centro de Estudios Che Guevara, en la pretensión de que sirva de "guía instrumental y de motivación para todo el que, desde una visión contemporánea, desee acercarse al significado real" de aquella experiencia del Che.
Fidel Castro, Che Guevara y Camilo Cienfuegos en la batalla de Pino del Agua, en septiembre de 1957, Sierra Maestra, escuchan las informaciones de Maracaibo, explorador que regresa de las líneas enemigas.- ENRIQUE MENESES